jueves, 20 de mayo de 2010

YOU TAKE MY BREATH AWAY

Me sacas el aliento.
Me lo sacaste y quede desalentada.
Desganada y desesperanzada me desperté una mañana de(s)cepcionada al verme desprovista de cariño, de TU cariño, querido. Despeinada como estaba, me dije: "Debes deshacerte de este desengaño". Me vi desnuda ante vos y me desesperé. Decidi huir de ahi y salí despavorida. Es que... de repente te desconocía. No se como explicarte...no te podia descifrar. Anduve por las calles sin destino, tratando de desvincularme totalmente de vos. Después de unas horas, me llegó tu sms: "Me despistaste. Te fuiste sin traerme el desayuno a la cama". Despechada busque venganza. Quise llevar a cabo un plan descomunal, como despojarte de todas tus pertenencias o hacer que te desalojen de tu departamento, pero lo único que hice fue ir a desordenarte el despacho. Esa fue mi gran despedida.
"¡Qué inconsciente!" habrás pensado vos al ver el incidente, siempre tan intolerante. Pero, aunque haya sido un poco insensato de mi parte, en ese instante me sentí invencible, casi como Eliot Ness en Los Intocables. Dirás que fue innecesario, pero te pido que hagas (h)incapié en mis intenciones. Fue un acto incoherente, lo sé. Pero estaba intentando sacar de mí toda la ira que me provocaba tu incapacidad de quererme. Solo después de un tiempo (no sé cuánto, es incalculable), invocando a mi raciocinio me di cuenta que no era tan incomprensible: no estabas interesado en mí, y punto. Este desenlace era inevitable; el i-ching ya me había indicado que eramos incompatibles.
Recientemente, mi profesor de reiki, al verme medio triste, me recomendó remover asperezas para poder renacer espiritualmente. Por eso, decidí retener en mi mente solo algunos buenos recuerdos que compartimos. Revolviendo el pasado, rememoré esas noches de ron en que estallábamos de risa revoleando la casa por la ventana...qué reventados. O aquella mañana resplandeciente en que, después de reñir por el control remoto, terminamos viendo Reina en Colores y repetimos sus coreografías. O cuando fuimos re escabio al recital de Los Redondos, y terminamos viendo una banda de reggae en Retiro. Ya recuperada, logré reinventar nuestra relación. Quizás, en un futuro remoto quiera reincidir en esta pareja, sería todo un reto. Por ahora, solo quiero recobrar mi aliento, volver a respirar...y, claro, rematar con un buen final, en este relato basado en hechos reales.

No hay comentarios:

Publicar un comentario