jueves, 13 de mayo de 2010

PERFECTA

Ella es el alma de la fiesta. Habla con todos , derrochando simpatía y gracia por doquier. Todos le sonríen y ella no para de reir con su sonrisa perfecta (con sus dientes perfectos). Casi sin notarlo, intercala un poquito de baile entre sus palabras, como dejándose llevar por la música. Su voz es tan cálida- solo esperen a que coja el micrófono (no, no soy española es solo que escuharla cantar es una sensación orgásmica). Es hermosa.
Ya sé, basta. Yo no soy así. A mí me cuesta sonreir por cualquier cosa. Mis dientes están un poco chuecos y tengo esta paleta más grande que esta otra, ves? Yo bailo bien solamente cuando estoy sola en casa, y puedo desplegar mi ridiculez sin que nadie me vea. No soy ni seré nunca el alma de la fiesta, pero de vez en cuando puedo robar un par de sonrisas. Mi voz es ronca por el pucho (ya dejaré de fumar). Igual, te canto muy bien bajo la ducha.
No soy perfecta. No tengo ninguna de esas cualidades que ella tiene y desborda. Pero algo bueno debo tener, porque en algún momento también habrás hablado así de mí, embobadísimo. Porque en otro tiempo me elegiste. Sí, sí... elegiste esta gran imperfección. Elegiste mis defectos hasta te enamoraste de ellos. Porque fuimos dos seres imperfectos, insolentes que reían exhibiendo sus imperfecciones al mundo descaradamente.
Y ahora tengo que escucharte hablandome de ella... y lo peor de todo es que tenés razón: es perfecta. Que seas muy feliz

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